Buenas tardes, hoy quiero agradecer a todos aquellos que decidieron confiar su salud mental en el gabinete. Ha sido una experiencia única con cada uno de los casos. Para mi es una auténtica satisfaccción conocer vuestras opiniones y saber de primera mano cómo váis mejorando en aquello que os trajo por primera vez a consulta. Muchos ya ¨vuelan solos¨como suelo decir y es un orgullo ver cómo siguen empleando todo lo aprendido en terapia, otros continuan y espero que otros nuevos confíen en mis servicios para poder ayudar a las personas en todo aquello que necesiten explorar para conocerse mejor y para mejorar la calidad de vida.
El terreno de la salud mental no es sencillo, incluye elementos complejos y sin duda nunca dejamos de aprender.
Es una realidad que con la situación de confinamiento pasamos varias horas ¨muertas¨y la falta de creatividad o de rutinas favorecen a coger lo que tenemos más a nuestro alcance, móviles o tablets y esto genera que alarguemos el uso de estos dispositivos a medias sorprendentes. Si cada uno de nosotros observáramos el tiempo de uso de nuestro dispositivo, seguro que nos sorprenderíamos. Estoy viendo en consulta medias de uso de 8-9h, si tenemos en cuenta cómo distribuimos el tiempo en cada día nos daremos cuenta que proporcionalmente estamos dedicando más al móvil que a las personas con las que convivimos, más tiempo al móvil que a la lectura o a fomentar la creatividad. Sin duda estas tecnologías pueden tener un uso muy interesante y esta situación es ideal para hacer un buen uso de ellas por ejemplo videollamadas con amigos y familia.
Esta situación es especialmente vulnerable para niños y jóvenes, con su edad se debe promover otro tipo de entretenimientos, que fomenten nuevamente como decía, su imaginación, creatividad y tiempo en familia. Soy partidaria de combinar la tecnología con juegos de toda la vida o incluso ratos de charla en familia, un buen ejemplo es reunirnos a ver fotos antiguas o videos.
Es muy importante ser empático con las personas que convivimos.
Saber reconocer cómo nos sentimos ayuda a buscar formas para gestionarlo adecuadamente y evitar frustrarnos y actuar de manera inadecuada, que seguro que después nos hace sentir mal...
¿Os ha pasado?
Mucha fuerza a todos, seguimos y a por ello!??????
Es una idea que se está promoviendo mucho y sin duda alguna la comparto!. SOMOS HUMANOS.
Tal y como informa la American Camcer Society el covid-19 está generando un gran impacto en la población, las personas con cáncer, sus familias y personas al cuidado también se están viendo afectadas por dicha situación. Afirman que en lo que respetcta a la spersonas con cáncer aún no se maneja demasiada indormación, pero se tienen en cuenta las informaciones relacionadas con los riesgos de infección general en este tipo de pacientes. Así mismo señala que las personas con cáncer en especial, aquellas sometidas a tratamientos oncológicos como quimioterapia o trasplante de médula ósea presentan mayor riesgo de desarrollar la forma grave de la infección, esto se debe a que muchos de los tratamientos empleados en oncología debilitan el sistema inmunitario de las personas.
Aquellas personas que lo recibieron en el pasado, en especial, hace años, tienden a haber recuperado la función inmunológica normal, no obstante, recuerdan que cada persona es diferente.
La hipocondría es considerada un trastorno de ansiedad, donde la persona que la padece tiende a preocuparse de manera reiterada por su salud. Una persona hipocondríaca es una persona con una gran aprensión a la enfermedad, tiende a observar repetidas veces su cuerpo e interpretar los síntomas de su este como señal de una enfermedad irremediablemente grave. Las personas que la padecen sufren mucho ya que muchas veces se desgastan en continuas búsquedas y visitas médicas, que a corto plazo pueden calmar su ansiedad pero que en realidad no hacen más que perpetuar el problema a largo plazo. En próximos post profundizaremos más en este trastorno.
Tomar la decisión de acudir a terapia y pedir ayuda profesional no siempre es sencillo, esto puede deberse entre otras cosas al desconocimiento, a creencias distorsionadas acerca de pedir ayuda, sobre los profesionales de la psicología o sobre el tipo de personas que crees que deben o no acudir a terapia. Lo primero que puedo decir es que acudir a terapia debe normalizarse, estamos en el siglo XXI y somos conocedores la mayoría de nosotros (bien por nuestra vida propia, por conocidos o los medios ) de algunas dificultades psicológicas como es el estrés, la ansiedad, la depresión entre otras. Cada vez se está favoreciendo más al destape y reconocimiento público y social de estas cuestiones y con ello se va dando paso a una normalización. Ir al psicólogo no es sinónimo de estar loco, como profesional te diré que voy a formar equipo contigo para conocer qué te trae a consulta y trabajar en el autoconocimiento y gestión, encontrarás en mi alguien que te escucha y no juzga y que busca comprometerse en objetivos puestos en común para lograr tu mejoría. Acudir a terapia tiene luces y sombras, no es lineal, la vida tampoco lo es, entraremos en momentos de confusión y de claridad, aprenderemos estrategias y desaprenderemos aquellas que no nos resultan adaptativas, es cuestión de trabajo, profesionalidad y continuidad. Es desahogo y son puestas a punto para poner en marcha fuera de consulta las herramientas. La terapia no tiene una duración determinada, no sirve para todos lo mismo y no es inflexible. La comprensión, empatía y confianza mutua son pilares tan importantes como la profesionalidad, experiencia y manejo de la psicología. Si te encuentras en una situación de difícil manejo, busca el profesional que creas que puede ayudarte en tu malestar, infórmate de su formación y experiencia, dale una oportunidad para conoceros, observa como te hace sentir, que no te juzgue que sea cercano y profesional, que resuelva tus dudas y explique qué tipo de terapia maneja y ver juntos si es lo idóneo para tu problema. Psicólogos somos muchos, no dejes que una mala experiencia determine tu actitud hacia la psicología. Infórmate y da el paso, tan importante es la revisión de la salud mental, como la resvisión de la salud general.
LAS EMOCIONES
Las emociones nos llevan acompañando a lo largo de la evolución humana, entre otras cosas gracias a ellas la especie ha llegado hasta aquí. Son un pilar fundamental en el ser humano y en muchas ocasiones su inhibición genera problemas a nivel psicológico. Las emociones no deben catalogarse en buenas o malas, las emociones son adaptativas, nos ayudan a sobrevivir, el foco está en detectar cuando su intensidad- frecuencia deja de cumplir esa función adaptativa y nos genera malestar. La manera de expresar determinadas emociones como la rabia o la tristeza ha ido variando a lo largo del tiempo y cada cultura le da un tipo de valor. En mi opinión las emociones hablan de nosotros de cómo interpretamos el mundo y como nos sentimos en él, debemos darles su espacio, permitirlas y normalizarlas ya que ello nos ayudará en el camino del autoconocimiento y de la salud mental.
La ayuda profesional puede ser de gran utilidad para el manejo de ciertas emociones así como en la tarea del autoconocimiento. Muchas veces necesitamos parar, permítete sentir.
Se acercan fechas navideñas, marcadas por las comidas y reuniones entre seres queridos, cuando uno de ellos nos falta pueden volverse cuesta arriba, entristecernos y volverse una época crítica para nosotros. Las navidades sin un ser querido pueden afrontarse, para ello es importante escuchar y ser escuchado, todos los miembros de la familia sienten esa ausencia, por lo que compartir cómo nos sentimos puede ayudarnos a sentirnos mejor, recordar a esa persona, compartir viejos recuerdos…
Así mismo, podemos realizar algún ritual para tenerle presente, hablar a los más pequeños de esa persona, decorar la casa como le gustaba, encender una vela en su recuerdo, poner su canción o comida favorita…
¿Te sientes mal, con pensamientos y emociones negativas en bucle?, el primer paso para solucionar esta situación es tomar conciencia del malestar que nos causan ciertos pensamientos y conductas y pedir ayuda profesional, una vez des el paso de acudir a terapia estaré contigo para ir comprendiendo el por qué de las cosas y buscaremos soluciones adaptativas para mejorar tu calidad de vida y aliviar tu malestar.
¿Hablamos?