La ansiedad se puede definir como una emoción que compromete sintomatología física y mental. Evolutivamente todas nuestras emociones son adaptativas y no deben categorizarse en ¨buenas o malas¨, todas cumplen una función y se activan automáticamente para dar respuesta. Lo que hace a una emoción como la ansiedad problemática es la frecuencia, intensidad y situación en la que aparece. Unos niveles bajos o moderados de ansiedad es normal ante determinadas situaciones y nos ayuda a prepararnos para la acción, la especie humana ha llegado hasta aquí gracias a las emociones, hemos evolucionado y la ansiedad disparada por serpientes o grandes animales ahora puede dispararse por situaciones de otro tipo como pueden ser las pruebas médicas, un examen...
Como decía, la ansiedad se vuelve molesta e incluso un problema cuando su intensidad, frecuencia y aparición no son adaptativas, interfiere con nuestra vida diaria y genera pensamientos y preocupaciones que comprometen nuestro estado físico y mental. Ante esta situación lo adecuado es acudir a un profesional de la psicología, que conozca los mecanismos y técnicas adecuadas para evaluar, diagnosticar y tratar tu problema.
Fundamental resulta averiguar los predisponentes (lo que tú tienes de base) pueden ser biológicos como tener un sistema nervioso más lábil o pueden, por ejemplo, ser fruto del aprendizaje familiar. Analizar los precipitantes ( situaciones que han disparado la ansiedad) y por supuesto evaluar y atender a los mantenedores, que será todo aquello que perpetúa tu problema en el tiempo, con todo ello podemos dar forma al problema, generar unas hipótesis de origen y mantenimiento que orienten a objetivos y al trabajo personalizado en terapia, para que juntos logremos un control de tu malestar y una mejora de tu calidad de vida.
Es importante recordar que los síntomas físicos de la ansiedad aunque molestos no son mortales, pueden ser diversos como por ejemplo: taquicardia, sudoración, sensación de inestabilidad o mareo, diarrea, cambios en la temperatura...
La respuesta de ansiedad se representa con la siguiente curva:
La ansiedad va escalando y si no logramos emplear ninguna estrategia de gestión de la escalada seguirá subiendo, sin embargo, cabe recordar que tras encontrar el punto más alto está comenzará a descender paulatinamente.